lunes, 7 de septiembre de 2015

MI ANÁLISIS: SITUACIÓN DE FRONTERA


Cabe para mí nombrar de entrada a los actores de esta gazapera, solamente para dejar señalado en quien creo deben reposar los madrazos por lo que pasa, y aclarar que no soy un antipatriota y que tampoco estoy ensañado con la gente del país del sagrado corazón, o con los cucuteños en particular, como quizás puede llegar a parecer.

Comenzando: a) Gobierno colombiano, que no se preocupó en 50 años por el Catatumbo, uno de los focos subversivos más grande de la nación. b) Gobierno venezolano, quien en su negligencia y confianza ciega en los agentes de la revolución, dejaron corromper la guardia nacional.  c) FARC, ELN, EPL que para financiar su lucha inútil pretendieron tomar los mercados ilegales y criminales convirtiéndose en auténticos bandidos. d) Las AUC, que llegaron al Catatumbo en 6 camiones patrocinados por el ejército e instalaron purgatorios ambulantes en villa del rosario. e) Las Bacrim, el resultado de la negociación mediocre de Uribe con las AUC. f) Delincuencia común, la verrionda anomia, costumbre de los pueblos desposeídos para buscar en el umbral de lo admisible su realización material. g) Narcotraficantes, que están en todos lados, como los testigos de jehová, haciendo de la condición su oportunidad. h) Contrabandistas, esos que desfalcan a los países pero por cultura nos parece un trabajo muy normal i) Sociedad civil colombiana, negligente e individual, que le dice Castro-chavista a los que creemos en Marx j) Sociedad civil venezolana, que Chávez volvió perezosa con el socialismo más raro del mundo, que nos dice imperialistas porque no apoyamos al majadero de Maduro.

Ahora si, la medida tomada por el presidente Nicolás Maduro, me parece la medida más sensata que ha tomado en lo que lleva de gobierno, sean cuales sean las intenciones a que esto conllevaron, nos permite tomar apuntes sobre el desorden mogollón en el cual coexistimos. Cuando digo que apruebo la medida, me refiero a el acto constitucional de cerrar la frontera y declarar el estado de excepción, que permite generar las condiciones de revisión de la problemática fronteriza, tardía, pero mejor que llegase a que no llegase nunca; quizás una de las razones temporales de este acontecimiento, sean precisamente aquella suerte de miseria en la que hoy está la economía venezolana; yo no tengo autoridad moral para recriminarle al gobierno de Nicolas Maduro Moros su intervención, como parte de una pequeña maquinaria en la que me servía, de pinpineros, de Colgate, de Protex, solo por poner un ejemplo indirectamente financiando la mafia de delincuentes que tras ella se mueven. Es verdad, nadie puede negar la podredumbre que camina sobre las trochas de esos ríos, y reconociendo mi culpa no puedo decir ni una palabra en contra, y si fuera del interior y no tuviese culpa alguna, tampoco podría enjuiciar estos acontecimientos tan amarillistamente analizados, porque sé que por fin alguien en la brillantes de su estupidez y en la desventaja de su estado militar, ha tomado la decisión y ha procedido, claramente a su manera, fijándose en el patio trasero del país; señores, esto era predestinado, esto debía ser así o peor, porque nosotros no entendemos con cariñitos, aprendemos con paladas, porque somos burros nacidos en el trópico. El otro caso, si yo fuera una de esas personas deportadas a Colombia, desalojado de mi casa, casa la cual marcaron con una D que no se sabe que significa si, Desterrado, Desalojado, o el menos probable Demolición, esta anotación la hago porque la única casa de la que somos testigos de su derrumbamiento es una casa Rosada que funcionaba de burdel y que la repiten y la repiten, ¡han tumbado tantas veces esa casa ya! Que son cientos de casas demolidas para la opinión pública. Prosiguiendo, en ese caso, odiaría a Maduro, y a Diosdado, a la mediocre oposición venezolana, odiaría a Uribe, quizás el benefactor del mi primer desplazamiento forzado, pero eso sí, no tendría ningún argumento para desestimar la intervención en la zona fronteriza, y menos, llevando ese intento de vida de desamparo y rebusque, ¡Soy colombiano! Venezuela no me debe nada.

Lo mejor que puede hacer Colombia es construir país con los hermanos colombianos, cerciorarse de si hubo o no violaciones del DIH, seguir el conducto que las instancias internacionales establecen blablabla, pero lo más importante, generar condiciones económicas en la frontera para que la dinámica social desarrolle su recurso humano, pero lo que hay es propuestas irrisorias y de capitalismo keinesiano, pañitos de agua tibia, que auguran desembocar en una nueva macro rueda de negocios 2.0.

Voy en segundo semestre de psicología, no he profundizado tanto en conductismo como para dar este diagnóstico, pero me atrevo a asegurar que cuando la frontera sea abierta, será como cuando San Pedro abra las puertas de los cielos, todos los infelices y condenados, entrarán corriendo a robarse los pomos de oro de las puertas. A pesar de este trago amargo aún nos falta paladear heces fecales, para aprender y arreglar la situación. Ojala esté equivocado.
http://mm.servidornoticias.com/photos/w_610/390/11072237w.jpg
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