Un recorrido por los limites del universo conocido siempre sera un evento del cual sentirse maravillado, pero sin más, quisiera decir que algo que llamo mi atención fue una expresión quizás decorativa para el guionista, divertida para el televidente y de cotillaje para el narrador. ¿"...Y si la vida es un virus"?, ¿si lo corrosivo a la matería es "la vida"?. El espacio tiempo en su constante expansión, hacia ningún lugar, —porque ahí es en donde estamos: en ningún lugar—, es la primera pista para no creernos la prioridad de un Dios creador, que nos puso en medio de la nada a tantear los porque de las cosas, con el sugestivo juego de la fe y la dura moneda de la desigualdad, así pues, no pretenderemos encontrar en libros "sagrados" lo que esta escrito en las estrellas, en las moléculas y el espacio, ni pretenderemos dejar domada nuestra postura a tradicionalismos parentales y culturales; No se le debe temer a la razón—dijo san Agustín— si Dios existe, la razón nos debe conducir a él.
Pero algo también es cierto, con Dios o sin dios somos eternos, nuestra esencia y nuestros átomos, átomos que estuvieron presentes en el big-bang, que han viajado millones de años luz, y están aquí y ahora, como nos lo dice una de las oraciones mas sensatas de la religion homosapiensiana: la 1ra ley de termodinamica: "La energía no se crea ni se destruye. solo se transforma"esta letania nos responde con un rotundo "si" a la pregunta sobre si existimos después de la muerte, ¡Es mas! que Platón, El Cesar, Berlusconi y tanto usted como yo nos originamos al mismo tiempo, incluso, es más, como lo explica el poeta Oscar Schoonewolff, la respuesta a cuantos años tenemos, ahora tiene — En parte gracias a la gnoseología — cuatro respuestas, o mejor dicho cuatro edades, primero la edad de todo el universo, segundo la edad de toda la especie, tercero la edad de la infancia que nunca se debe traicionar y cuarto, la edad de los putos años que se le de la gana vivir.
Podemos ser materialistas y solo concebir la existencia respecto a elementos cuantificables, pero la misma ciencia para encontrarle sentido a las cosas materiales a debido aceptar la existencia de sustancias —llamemoslas— inmateriales, como la teorizada partícula de Dios, ese misterioso campo de Higgs, y si se para a pensar un momento, se dará de cuenta que hasta lo que conocemos como Energía hace parte de ese mundo invisible que aceptan lo científicos para darle sentido a lo real.
Si llegamos a creer en cosas invisibles, en la ciencia, no es raro y sobra decirlo, pues obvio resulta, que los antiguos llegaran a ideas similares aunque aparentemente más extraordinarias, El trancurrir de las religiones que desde una concepcion mas idealista, buscan lo que los científicos en la evidencia extensional: Encontrar un sentido al misterio de la vida como dice Freud en el "El malestar en la cultura". esto vuelve un tanto cuestionables que tan ciertas pueden ser las convicciones y metodismos que nos presentan para llegar a las metas que nos ofrecen, cuando hay otros caminos que rompiendo con paradigmas innecesarios, nos proyectan con mas gallardía.
Pero como sea el hombre y su tan preciada razón es y sera poco menos que un suspiro en toda la historia y su cuantía astronómica; los astros, la ciencia y la matemática siguen haciendo de las suyas sin nuestro consentimiento, mientras intentamos expandir nuestros limites de control sobre nosotros y lo que nos rodea, en pequeña, mediana y gran escala; y mientras sobre nosotros se libra una batalla estelar, en la tierra se libra una similar por entenderla, por entendernos y ser felices, aunque solo pareciese vistar una constante entre cielo, espacio y tiempo... El origen, el nudo y el final es el caos.
(Revista Expresión CORSAJE I edición 2014)
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