jueves, 26 de junio de 2014

La Noche En Que Frankenstein Leyó El Quijote

En el impredecible devenir de un Café literario, se presentan cuestiones triviales como la personificación de una Caneca "Padilla", las teorías Juan Carlescas de "La vida es un Banano" a la que se le agrega dramatismo si se expone en Latin: "Vitae est, Musa sapientum fixa", y como ultimo recurso usado para propagar estos desvarios impúbers, se hizo una referencia poco directa, implícita, a un popular programa de la MTV

Un libro que se ve mas que prometedor es "la noche en que frankenstein leyó el quijote" que de manera muy practica, casi didáctica, nos ilustro locuazmente la procedencia de ese arcaico pero muy útil método ordenatorio: El alfabeto. Sobre el cual conciliamos que, no tiene todas las reverencias que se le deben. !Su responsable! Un personaje hasta el momento sin nombre, ensombrecido por un velo, nos dejo ver un rotulo con su nombre: Zenodoto. Ahora sabemos que, al igual que esa sobre estimada fabula de constantino soñando con una cruz que guiaba sus ejércitos a la victoria, contada para instituir el catolicismo como religión oficial del sacro imperio romano, también es la artimaña salvaje de Zenodoto que nos dice que, soñando con el Aedo Homero y su obra tan basta, fue la mejor manera que se le ocurrió para darle un orden, haciéndolo así también, con los demás texto de la biblioteca de Alejandria de donde este era director. Partiendo de esto, y la moraleja de como "los pequeños inventos obraron grandes cambios" valió la pena preguntarnos si Edgar Allan Poe invento el retrete para redescrubrir que fue Sir John Harington. Resulta ser un buen método.

Es de bien ver como el café funciona como una plataforma recepcionista de gentes y grupos de gentes, locales y a veces de lejanas tierras, interesados(a) en compartir con estos coterraneos de las Juventudes Literarias; por ejemplo una mujercilla que nos acompaño en ese puntual viernes y venia desde california —mas no se si es originaria de allí—; que bueno es compartir culturas. Ahora me permito referir que no fueron precisamente las playas de Miami Beach las que se trasladaron a nuestro cómodo salón, sino el desierto de Mojave en Nevada mas bien, porque para culminar esa tarde: LAS VEGAS, se instauraron con sus Juegos de azar, perdón, juegos de mesa para dar cierre a este encuentro.


Este articulo lo escribí para mis amigos de Juventudes Literarias, en referencia a los #CafeLiterario celebrados los viernes a las 3:00 pm en la sala TIC de la Biblioteca Publica Julio Pérez Ferrero.

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